El informe de vivienda de diciembre de 2023 revela un panorama complejo y diverso en el mercado inmobiliario español. La demanda de vivienda continúa creciendo, impulsada en parte por el incremento de la población, especialmente en las grandes ciudades y en zonas con alta concentración de inmigrantes. Este crecimiento demográfico se traduce en un aumento de hogares, principalmente unipersonales, que crecen a un ritmo más rápido que otros tipos de viviendas.
Un aspecto destacado es la accesibilidad a la vivienda. La tasa de esfuerzo para adquirir una propiedad se sitúa en un 38,3% a nivel nacional, reflejando la proporción de ingresos que los hogares destinan a la compra de una vivienda. Esto implica que, en promedio, los españoles necesitan 7,8 años de ingresos completos para comprar una propiedad, con variaciones significativas entre comunidades autónomas. En lugares como Islas Baleares, la cifra asciende a 16,4 años, mientras que en La Rioja es considerablemente menor.
En cuanto al mercado de alquiler, aunque el 75,9% de los españoles sigue prefiriendo ser propietario, el mercado de alquiler también ha ganado relevancia, sobre todo en zonas donde los precios de compra son prohibitivos. El informe subraya que la tasa de propiedad ha disminuido en los últimos años, pasando del 80% en 2004 a menos del 76% en 2022.
Finalmente, el documento analiza el déficit estructural de viviendas. La construcción de nuevas unidades se encuentra por debajo de la creación de hogares, generando una demanda insatisfecha que afecta tanto a compradores como a inquilinos. En resumen, el mercado residencial español afronta retos de accesibilidad y sostenibilidad que requieren políticas públicas efectivas para mejorar la oferta y facilitar el acceso a la vivienda.