El informe sobre la regulación de las actividades profesionales inmobiliarias en España y Europa destaca una preocupación clave: la falta de homogeneidad en las normativas que regulan a los agentes inmobiliarios en diferentes comunidades autónomas de España y países europeos. En España, aunque Cataluña y la Comunidad Valenciana han implementado registros obligatorios, otras regiones permanecen sin regulación clara, lo que afecta la transparencia y protección del consumidor.
Desde la desregulación de la profesión en el año 2000, los agentes inmobiliarios en España pueden operar sin necesidad de formación específica ni colegiación, lo que ha provocado que el 95% de las quejas provengan de intermediarios no cualificados. Mientras tanto, en Europa, muchos países como Francia, Alemania e Italia exigen licencias o formación obligatoria, promoviendo estándares de calidad y confianza en el sector.
El informe enfatiza la importancia de establecer registros obligatorios y requisitos de formación en España para proteger a los consumidores y evitar malas prácticas. Además, destaca cómo la Unión Europea podría jugar un rol esencial en armonizar estas normativas, asegurando estándares mínimos para todos los países miembros.
En resumen, aunque España ha dado pasos importantes en algunas regiones, el camino hacia una regulación efectiva y equitativa sigue siendo un desafío. La implementación de estándares de formación, certificación y supervisión, similares a los de otros países europeos, es esencial para profesionalizar el sector y garantizar la protección de los derechos del consumidor.